miércoles, 27 de enero de 2016

La sexualidad de las mujeres...

Últimamente me he parado a observar a las mujeres sobretodo en cual es nuestro comportamiento respecto al sexo, mi estudio es incongruente. 

Hay tantas opiniones como mujeres, carácter, educación e influencia social. 
Pero si que se puede distinguir dos grande grupos. El de la vida real y el de las redes sociales. 
Me da la sensación que en la vida real la mayoría no es capaz de sacar a relucir su propia sexualidad por miedo a que pensará la gente de su alrededor. 

En mi caso, me relaciono normalmente con un grupo reducido de mujeres. Son 6 con las que más afinidad tengo y cuando intercambiamos opiniones sobre sexo yo soy de las que me mantengo en silencio y simplemente las escucho hablar. A veces entre risas y alcohol puedes conocer de otro modo la mente humana y ver que para ellas existe tres tipos de sexo.. O dos realmente, el Real, el de peli porno y el de novela erótica, estos se podrían encasillar juntos. 

Es cierto que la peli porno es bastante irreal, ese fontanero buenorro que viene a desatascarte la tubería y sí eso es justo lo que hace contigo. O esa novela erótica donde el chico le da placer a la protagonista de mil maneras diferentes cada cinco minutos y esa muchacha insaciable. Y luego está la realidad, la que ellas viven que algunas dan gracias si pueden tener un orgasmo. 

Para estas mujeres mi conclusión es que no tienen inquietudes creen que ya lo han experimentado todo y sinceramente sólo están al principio de este gran camino que es el placer.
Pero en las redes sociales esto cambia, el anonimato deja que la mente vuele, se explaye y por fin sea libre de poder compartir deseos e inquietudes. 

Me encanta ver como se admite libremente la masturbación femenina y como incluso entre nosotras nos recomendamos "juguetitos".  Como se ha extendido ese gran deseo que tenemos muchas de poder experimentar un "squirt" o eyaculación femenina, diciéndolo abiertamente y sin ningún tipo de tabú. 
Y para que mentir si a vosotros os gusta el sexo a nosotras nos encanta, recordar que nuestro orgasmo siempre es más intenso..


Al final las redes sociales van a tener algo bueno, hacer gente sexualmente feliz.
Esto es sólo una opinión y no quiero encasillar a nadie.. Como dije al principio hay tantas opiniones como mujeres..

jueves, 21 de enero de 2016

La chica de la cabaña

Estábamos un puente de escapada en una cabaña en la montaña mi nene y yo. Típico sitio donde hace mucho frío y nieva para que apenas te retires de la chimenea. El lugar era un sitio tranquilo con un conjunto de cabañas y un comedor en el que servían la comida. El lugar lo regentaban una familia compuesta por el padre, la madre y una hija de unos diecinueve años.
Prestaban un servicio de habitaciones, te adecentaban la cama el baño, esas cosas y podías ir al comedor siempre que quisieras.
Nos llamó la atención la hija de la familia, ¿qué hacía una chica tan joven en un sitio tan solitario? Como es de esperar no tenía amigos y apenas se separaba de los padres a menos que fuera al río o a limpiar alguna cabaña.
Es de suponer para que hicimos el retiro nosotros,  nos apetecía estar en un lugar remoto los dos solos disfrutándonos a cada instante. Sin apenas ropa.
En una de las veces que estábamos haciéndolo junto a la chimenea en el suelo de la sala, yo estaba situada arriba de él pero de espaldas, así mientras me penetraba me cogía de las tetas desde atrás. Me quedé observando la ventana y allí estaba ella, observándonos, no dije nada y continuamos a lo nuestro y ella desapareció enseguida. Se lo comenté a mi nene y ambos nos reímos.
Al día siguiente en el comedor nos cruzamos con ella y esta se ruborizo instantáneamente. El comedor constaba de una sala enorme distribuida con mesas y otra pequeñita, como muy íntima para dos comensales que nunca se utilizaba. Bueno pues a mi chico le apetecía que nos metiésemos allí y le hiciera una felación.
No puedo llegar a explicar lo que disfruto teniendo su miembro en mi boca, entre mis manos, él sabe que a esa petición nunca puedo negarme. Así que ambos nos metimos en la sala y entornamos la puerta, si así es, no cerramos del todo. Me puse de rodillas y empecé a meterle mano, le desabroché el botón del pantalón baje la cremallera con mis dientes mientras iba rozándole con mi nariz, bajé sus pantalones hasta los tobillos y juguetee con su polla y mis labios por encima del gallumbo. Francamente resisto poco, necesito poseerla enseguida. Se la saqué y la cogí entre mis manos, acariciándosela mientras empiezo a salivar.
Aún no me había metido su polla en la boca y ahí estaba ella, observándonos. Yo no me había dado cuenta, pero él si.
Dudó un instante y me preguntó: ¿la invitamos a qué se una? Joder estaba muy cachonda y me apetecía mucho guarrear, así que no dudé y le dije que sí.
Ambos le dijimos que pasara y cerrara la puerta, no tardó en unirse a nosotros.
Era un poco tímida e inexperta, sinceramente creo que nunca lo había hecho. Se arrodilló a mi lado y la animé a que le acariciara la polla, posó su mano temblorosa y con miedo en el miembro e imitaba lo que yo estaba haciendo, dejé que lo hiciera sola y le aconsejé que agarrara sin miedo, firmemente. Mientras observaba la cara de satisfacción de mi nene, adoro esa cara cuando algo lo está complaciendo realmente.
Yo ya no podía más necesitaba notar sus venas por mi lengua, mis labios, disfrutar de su erección. La chica iba imitando lo que yo hacía, cada una por un lateral de la polla empezamos a lamerla desde la base, hasta la punta, a mi me encanta lamer y succionar el frenillo y el glande, así que me apoderé unos segundos, para eso es mía.
Mientras se la llenábamos de babas nuestras lenguas se rozaban, nos lamíamos y nos besamos. Comencé yo a mamársela, posando mis labios mojados en su glande y poco a poco iba metiéndomela entera en la boca, me excita inexplicablemente chupársela, ejercer ese control sobre un hombre, dándole placer y obteniéndolo yo a cambio. Cuando le hago mamadas no tengo límites, cuanto más guarro más me gusta, me encanta notarla muy babeada e incluso escupir y restregárselo o que escupa él, pero en este caso le dejé a ella que lo hiciera y luego se la metiera en la boca cubriendo sus dientes con los labios. Al principio no le fue fácil aguantar las arcadas, no relajaba la garganta y apenas disfrutaba, así que me puse a sobarla. Tenía unas deliciosas tetas, grandes con unos pezones de un tono marrón claro, le estimulé los pezones con mis dedos y no pude resistir morderlos y chuparlos, gemía de placer contra la polla de mi nene. Le acaricié el cuerpo para que se relajara y tomé camino hasta su coño. Cuando metí la mano se estremeció de placer, y empezó a devorar la polla como yo quería, así que seguí con lo que estaba haciendo, estaba empapada y los dedos se me resbalaban por su clítoris, no podía dejar de moverse y ponerle más ganas a lo que hacía. Por la cara de mi nene sabía que estaba a punto de correrse, por lo que decidí estimularla para que pusiera más ganas. Gimió estremeciéndose, el clítoris le palpitaba. Hice que se corriera sólo con la estimulación del clítoris mientras el terminaba eyaculando encima de nosotras. Nos morreamos con la lefa que nos había salpicado en la boca.

Ella estaba dispuesta a llegar más allá, pero yo me negué en rotundo. 
Ya había tenido su orgasmo, ahora me tocaba a mí..

Fantasía o Realidad?

Una tarde cualquiera estaba con mi nene en casa y de repente me dice que tiene una sorpresa para mí…
Me encantan las sorpresas y como no, me puse muy pesada para que me la revelara, aunque no hubo manera es tan cabezota. De repente sonó el timbre y me dijo:
-       Ahí está tu sorpresa.
Mi sorpresa? Qué será?
Cuando abre la puerta y era un chico, alto, moreno atractivo por su actitud parecía seguro. Me pregunté, que traería este chico para mí??
Por mi expresión sabía perfectamente lo que me estaba preguntando y me lo aclaró rápidamente.
-       Él es tu regalo - me dijo.
Comoooooo??? Y para que quiero yo a otro??
Se empezó a reír, me pidió que me tranquilizara no era a otro, era a ambos, pero que las normas las ponía él, sino no hay trato. Nada de besos en la boca, mis labios solo los besaba él y que mi culo era suyo. O sea que sólo él iba a penetrar mi trasero. Os parecerá mentira pero me sentí más tranquila, menos nerviosa, tiene la facilidad de influir en mis emociones.
El chico accedió a lo que le dijo y comenzamos el lío.
Yo llevaba puesto un vestido cortito y nada más, me prefiere sin ropa interior cuando estamos en casa, por el no la llevaría nunca.
Se aproximó a mi, me cogió de la cintura dejando fuera de esto al otro, haciéndome sentir que siempre estará presente y que nunca permitiría que hiciese algo con lo que no estoy convencida. Ese instante en el que somos cómplices, sólo nuestros besos, nuestras caricias. Sintiendo como nuestros cuerpos se avivan, nuestras miradas desprenden lujuria y mi entrepierna ya ha empezado a humedecerse de deseo.
Me pidió que le enseñara las tetas al chico, dude durante unos segundos pero hice lo que me pidió, al chico le encantaron, su rostro dibujó una sonrisa socarrona y mi nene lo animó a que tocara. Los dos comenzaron a juguetear con ellas, lamerlas, besarlas, succionar los pezones y morderlos. Me gustaba la sensación de que lo hicieran a la vez pero mi cuerpo reconocía perfectamente su boca, sabe justo cuanto apretar al morderme para volverme loca y eso es lo que estaba consiguiendo junto con la escena que es bastante erótica estaba cachondísima. Con cada succión de sus bocas mi garganta emitía un gemido, que cada vez era más intenso. Sentí la sensación de rozar el orgasmo sólo con esa estimulación. Podía notar como palpitaba mi clítoris, mi bajo vientre se preparaba, pero la tensión del desconocido me dejó con las ganas de terminar.
Después ambos mostraron su erección y como es normal querían que se las chupara. Me puse de rodillas y comencé por la "mía", para mi es perfecta y me encanta, pero sabía que también tenía que hacer algo con la otra. Me sentí mas tranquila cuando me acariciaba la cara a modo de respuesta afirmativa, porque sabía que necesitaba su aprobación.
Fue una sensación muy rara tener otra polla entre mis manos y más delante suya. No quería disfrutar demasiado la experiencia, pero no fue así, la disfruté y mucho no podía soportar más mi excitación. Mi lengua jugueteaba con ambas pollas, de abajo arriba, babeándose la a ambos, introduciéndome las por separado en mi boca hasta rozar mi garganta, a cada instante me sentía más poderosa. Me gustó juntar los dos capullos, lamerlos y succionarlos a la vez, mientras con una mano en cada miembro los iba masturbando.
Ambos se corrieron encima de mí cubriéndome el pecho con su leche.
Me pidió que me sentara en el filo de la cama y me abriera de piernas. Francamente no podía, el miedo y la excitación se apoderaban de mí, no me sentía cómoda exponiéndome tanto a alguien que no conocía. Él sabía que no estaba cómoda así que se puso detrás mía acariciándome los brazos y susurrándome al oído "hazlo nena" inmediatamente mis piernas se abrieron mostrándole al chico todo mi encanto, mientras me decía "buena chica". Estaba muy mojada y me estaba poniendo más, se levanto de la cama se posicionó entre mis piernas y comenzó a comerme el coño y follarme con sus dedos, no puedo soportar como me hace sentir, sólo con el sonido de su voz soy capaz de tener un orgasmo, pues imaginaros cuando me toca, pero de repente paró dejando al chico que lo hiciera el. Su lengua era hábil y me tuvo en su boca hasta que me corrí, no lo hizo nada mal, pero me encanta notar la lengua de mi nene jugando conmigo, cuando lo hace puedo notar como mi excitación va en aumento, me abandono, simplemente me dejo llevar y siento todo lo que mi cuerpo me transmite gracias a el. Puedo notar como se activa mi cerebro, formando parte de todo el ciclo, como recorren escalofríos por todo mi interior, mi vagina se moja dejándome sentirlo.
Como ya estaba muy lubricada empezó a follarme mientras mi nene cogía más lubricante para ayudarme un poco.
Cada uno se metió dentro de mí por un lado haciéndome sentir la sensación mas increíble que haya vivido, me sentía deseada, dos hombres para mi, complaciéndome, fallándome al unísono, llevando el mismo ritmo ambas pollas me llenaban haciéndome gritar de placer y teniendo uno de los mejores orgasmos que jamás he tenido.

GRACIAS POR EL REGALO NENE...

sábado, 16 de enero de 2016

Aquellos maravillosos años...

Día de reyes, de despertar e ir al árbol para abrir los regalos como marca la tradición. ya me siento mayor para estas cosas, pero, la ilusión con la que mi madre lo organiza todo aporta un clima especial al día.
Sonrío al ver el maletín de maquillaje que tanto quería y fantaseo con todo el provecho que le voy a sacar. Todo lo demás son lo que yo denomino "detallitos", algo que no puede faltar en toda navidad. Pijamas, calcetines, braguitas... Esas que miro y pienso, ¿dónde están mis tangas? En fin, mi madre no se hace a la idea que ya tengo 14 años.

El día transcurre tranquilo entre comida familiar, roscones de reyes  regalos, muchos regalos. Hasta que cae la tarde y voy a ver a mi chico ¿Qué me habrá regalado?
Vuelve la ilusión a invadirme, subo a su casa preguntándole antes si esta solo. Intercambiamos los regalos, que bonito es el amor a esta edad. Tarde de besos, abrazos, miradas cómplices, de disfrutarnos entre risas inocentes. Cuanto me gusta pasar el rato con el a solas.

Ponemos una película, nos tiramos en el sofá, me coloco entre sus piernas apoyando mi cabeza en su pecho. De vez en cuando me giro para besar sus carnosos labios . Noto el latido de su corazón y como sin darme cuenta nuestra respiración se acompasa.
No puedo concentrarme mucho en la peli mi cabeza está pendiente de sus caricias, como suavemente acaricia mis brazos, como sus manos buscan el final de mi camiseta para tocar la cálida piel de mi abdomen, como eriza mi piel a su paso y como dejo que vaya subiendo poco a poco hasta encontrarse con mi sujetador.
Noto como quiere seguir subiendo pero disimula trazando circulitos imaginarios cerca de él, rozándolo, me susurra al oído con voz suplicante:
 -¿Puedo tocar?
Me giro rápidamente y lo miro a los ojos. - Sí, pero por encima del suje.
Antes de darme cuenta sus manos ya cubrían mis pequeños pechos, los acariciaba, los estrujaba suavemente. Sentía como su erección crecía contra mi espalda, llegué a pensar ¿será el móvil? Me moví un poco para comprobarlo y pude apreciar su gran excitación. 
Cuando nos quisimos dar cuenta se escuchó un tintineo de llaves y como la puerta de la calle se abría, saltamos del sofá colocándome la camiseta, sus padres habían vuelto. 
En su cara había una gran sonrisa dibujada, esa sonrisa de superioridad, de felicidad como si mi auténtico regalo de reyes hubiera sido dejarle tocarme... No había una sensación más gratificante para finalizar un gran día... 

lunes, 11 de enero de 2016

Videojuegos

Llego a casa tras un largo día de trabajo, me despojo de los zapatos antes de entrar en la sala de estar donde se encuentra mi nene. Los estruendos del videojuego salen de la estancia. Me asomo a observar y ahí está, retrepado tranquilamente en el sofá con el mando de la videoconsola en las manos vistiendo sólo un pantalón de chándal y luciendo un bonito bronceado del verano. 
Nota mi presencia y apartando la vista de la pantalla posa sus preciosos ojos marrones en mi, creo que me tiemblan las piernas cuando me atraviesa con su penetrante mirada. Me aproximo hacia él sentándome en su regazo para besar sus carnosos labios. 
Durante unos minutos nos quedamos absortos entre besos apasionados y caricias tiernas. Su mano recorre mi pierna ascendiendo lentamente por la cara interna de mi muslo arrastrando mi vestido a su paso.  
Me levanto de golpe dejándolo desconcertado.
-Primero voy a la ducha nene - no puedo evitar esbozar una sonrisa.
No dice nada pero su mirada y su gesto serio me indican que no le ha hecho ninguna gracia.

Voy hacia al baño riéndome por dentro, aiiinnnss este hombre me vuelve loca. Me doy una ducha larga, dejando que el agua y el jabón se lleven consigo el estrés del trabajo. Salgo del baño me pongo la ropa interior y una de sus amplias camisetas de deporte. 
Vuelvo a buscarlo y lo encuentro donde lo dejé, concentrado en la pantalla, es como un niño grande, "Mi niño". 
Me mira y su gesto aún es serio, cojo otro mando y me coloco entre sus piernas, no se mueve.
-Venga ponlo para dos jugadores - le digo.
Sin rechistar hace lo que le pido. Pasamos un rato jugando con el juego, poco a poco notaba como su cabreo iba desapareciendo, la habitación se llenaba de gritos, risas nerviosas y cosquillas para que perdiera. Cada vida que iba gastando la empleaba en besuquearlo para distraerlo, enredando mis piernas a las suyas, volviéndolo a sentir mío. Cada vez le costaba más concentrarse y yo cada vez estaba más pendiente de su cuerpo, dejando a un lado el mando y recorriendo centímetro a centímetro su piel, bajando despacio dejando un rastro de besos, mordiscos y algún que otro lameton. Hasta llegar al borde de mi locura y hacer con ella que él perdiera los papeles.