jueves, 14 de septiembre de 2017

¿Confías en mí?

Ese día me había levantado bastante juguetona y como no, lo necesitaba. No tardó mucho en llegar a mi casa. Me encanta despertarle esa impaciencia. 
Lo estaba esperando solamente con una braguita brasileña. Me aseguré que era él quien tocaba a la puerta y abrí. Su erección fue instantánea, supongo que por la sorpresa. 
Lo invité a entrar y me lancé a su cuello. Mis manos acariciaban su pelo mientras que mi boca ansiosa lo besaba despertando aún más nuestra excitacion.  
Sus manos se perdían en mi culo, apretándome más a él. Podía notar la dureza de su miembro pegada a mi vientre. Había llegado el momento, le susurre al oído. 
- Confías en mi? 
Su rostro era inescrutable, durante un segundo pensé que iba a decirme que no. Pero justo una sonrisa picarona adornó su cara y asintió. 
Tiré de él hacia la ducha, creo que ahora me entendía menos. Pero quería empezar el ritual mientras nuestros cuerpos se limpiaban. 
Es fascinante la adoración con la que enjabona mi cuerpo y como llena de vida cada milímetro de piel que recorre con sus manos erizandola a su paso. 
Ahora es mi turno, empiezo echándome un poco de gel en la mano, recorro su pecho, su abdomen y voy bajando despacio, dejando un rastro de jabón a mi paso. Tiene la polla muy dura y se nota que está deseando que se la toque. Pero aún no, me vuelvo a echar jabón mientras me observa, se que es lo que quiere y le sonrío, lo siento pero no en ese orden. Me restriego el gel en las manos y le enjabono el culo. Por su cara de asombro no es lo que esperaba, pero yo sigo a lo mio. Cuando sus nalgas están bien enjabonadas una de mis manos se recrea en su ano. 
Aguanta el tipo aunque su primera reacción ha sido quitarme, empieza a disfrutar de mi tacto. Miro su polla y veo como tiene las venas muy marcadas, una gota recorre su longitud, se acabó el ritual, vamos a jugar. Enjuago el jabón y le pido q me acompañe a la habitación.  
No hace falta pedirle que se acomode, sabe que hoy mando yo. Me encanta sentir que me cede el control. 
-Así me gusta, buen chico.
No puede evitar reírse. Nos besamos con ganas, rozando nuestras lenguas, lamiéndose mutuamente. Sus manos recorrían todo mi cuerpo resbalando suavemente entre los pliegues de mi coño, no me quería correr, este juego es para él,  así que me separé de golpe. Tenía los dedos mojados con mi excitacion y no dudo el llevárselos a la boca. 
Me arrodille entre sus piernas y por fin le acaricie toda la longitud de su polla, un suspiro salió de su boca. Estuve masturbándolo despacio un instante, adoro el tacto de su miembro en mi boca. 
Le pasé la lengua lentamente desde la base hasta la punta, dejando una fina capa de saliva a mi paso. Repetí la operación pero esta vez lamiendo también los huevos.
Su polla tiene un sabor característico a él que me encanta. Mi lengua estaba juguetona y se entretuvo recorriendo la corona de su glande, me lo metí en la boca haciéndole soltar un suspiro más fuerte, mirarlo desde abajo mientras tengo su polla en mi boca me hace sentirme poderosa, notar como disfruta de mis labios, de mi lengua y ver su mirada de aprobación. Poco a poco me iba metiendo más trozo en la boca, recorriéndola despacio, que notara todas las sensaciones que mi boca le ofrecía. Apretaba los labios en el momento justo para volverlo aún más loco. Podía notar sus venas en mi lengua mientras disfrutaba de ese placer. Me la metí hasta el fondo, atragantandome con ella, aguantando un instante esa sensación y sacándola tan despacio que me quemaba. Al llegar sacarla mi lengua recogió los hilitos de babas que se formaron de su capullo a mi boca haciendo que de cierta manera ni así estuviéramos separados. Mis labios recorrieron su polla como si fuera una armónica de arriba a abajo. Parando para succionar suavemente su capullo. 
La necesito un poco más mojada, le escupo y lo restriego con la mano. Noto como todo está resbalando hasta sus huevos que ya están empapados, se que le gusta así. Mientras se la sigo chupando mis dedos empiezan a jugar con sus huevos, bajando lentamente hasta llegar a su culo. Se tensa un instante y me mira. Le sonrío con su polla ahogandome y se por su mirada que me deja que siga mi juego. Así que mis dedos siguen acariciando su ano. Le pido que suba las piernas para facilitarme el trabajo, lo hace sin rechistar. 
Una de mis manos sigue en su polla mientras que mi lengua empieza a inspeccionar su zona. Cuando mi lengua rozó su ano hasta la polla se le puso más dura si cabe, no quería parar de marturbarlo y comerle el culo. Sabía que le estaba encantando, y sentía que estaba a punto de correrse por lo que me dediqué más a fondo a lamerlo. Sus suspiros cada vez eran más fuertes, más roncos, su cuerpo se tensaba y de repente se dejó ir. Por las palpitaciones de su polla podía notar que era uno de los orgasmos más intensos que había tenido nunca. Cuando terminó de correrse pare de estimularlo. Tenía todo su abdomen salpicado de semen, la respiración entrecortada y una gota resbalando por su polla hacia mi mano. La lamí y lo miré. 
-Esta es toda mía.

9 comentarios:

  1. Hermoso relato con su tono sensual/erótico.... cuando lo probamos 😉

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  2. Madre mia! Leer estas cosas a las 7 de la tarde no ayudan a que uno esté relajadito. jejeje
    Pedazo de calentón!

    Besos pequeña!

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  3. Rico rico puerto rico, y a las ocho tampoco, día libre echado en la cama y con el miembro más tieso que una barra de acero gracias a este relato. Perversa!

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  4. Muy bien, y ahora que hago para poder echarle la siesta tranquilo?
    Muy buen relato, erotico, caliente y provocador.
    Una vez más has logrado más de una erección, seguro.
    Sigue así 😗

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