Estábamos un puente de
escapada en una cabaña en la montaña mi nene y yo. Típico sitio donde hace
mucho frío y nieva para que apenas te retires de la chimenea. El lugar era un
sitio tranquilo con un conjunto de cabañas y un comedor en el que servían la
comida. El lugar lo regentaban una familia compuesta por el padre, la madre y
una hija de unos diecinueve años.
Prestaban un servicio de
habitaciones, te adecentaban la cama el baño, esas cosas y podías ir al comedor
siempre que quisieras.
Nos llamó la atención la
hija de la familia, ¿qué hacía una chica tan joven en un sitio tan solitario?
Como es de esperar no tenía amigos y apenas se separaba de los padres a menos
que fuera al río o a limpiar alguna cabaña.
Es de suponer para que
hicimos el retiro nosotros, nos apetecía
estar en un lugar remoto los dos solos disfrutándonos a cada instante. Sin
apenas ropa.
En una de las veces que
estábamos haciéndolo junto a la chimenea en el suelo de la sala, yo estaba
situada arriba de él pero de espaldas, así mientras me penetraba me cogía de
las tetas desde atrás. Me quedé observando la ventana y allí estaba ella,
observándonos, no dije nada y continuamos a lo nuestro y ella desapareció
enseguida. Se lo comenté a mi nene y ambos nos reímos.
Al día siguiente en el
comedor nos cruzamos con ella y esta se ruborizo instantáneamente. El comedor
constaba de una sala enorme distribuida con mesas y otra pequeñita, como muy
íntima para dos comensales que nunca se utilizaba. Bueno pues a mi chico le
apetecía que nos metiésemos allí y le hiciera una felación.
No puedo llegar a
explicar lo que disfruto teniendo su miembro en mi boca, entre mis manos, él
sabe que a esa petición nunca puedo negarme. Así que ambos nos metimos en la
sala y entornamos la puerta, si así es, no cerramos del todo.
Me puse de rodillas y empecé a meterle mano, le desabroché el botón del
pantalón baje la cremallera con mis dientes mientras iba rozándole con mi
nariz, bajé sus pantalones hasta los tobillos y juguetee con su polla y mis
labios por encima del gallumbo. Francamente resisto poco, necesito poseerla
enseguida. Se la saqué y la cogí entre mis manos, acariciándosela mientras
empiezo a salivar.
Aún no me había metido su
polla en la boca y ahí estaba ella, observándonos. Yo no me había dado cuenta,
pero él si.
Dudó un instante y me
preguntó: ¿la invitamos a qué se una? Joder estaba muy cachonda y me apetecía
mucho guarrear, así que no dudé y le dije que sí.
Ambos le dijimos que
pasara y cerrara la puerta, no tardó en unirse a nosotros.
Era un poco tímida e
inexperta, sinceramente creo que nunca lo había hecho. Se arrodilló a mi lado y
la animé a que le acariciara la polla, posó su mano temblorosa y con miedo en
el miembro e imitaba lo que yo estaba haciendo, dejé que lo hiciera sola y le
aconsejé que agarrara sin miedo, firmemente. Mientras observaba la cara de
satisfacción de mi nene, adoro esa cara cuando algo lo está complaciendo
realmente.
Yo ya no podía más
necesitaba notar sus venas por mi lengua, mis labios, disfrutar de su erección.
La chica iba imitando lo que yo hacía, cada una por un lateral de la polla
empezamos a lamerla desde la base, hasta la punta, a mi me encanta lamer y
succionar el frenillo y el glande, así que me apoderé unos segundos, para eso
es mía.
Mientras se la llenábamos
de babas nuestras lenguas se rozaban, nos lamíamos y nos besamos. Comencé yo a
mamársela, posando mis labios mojados en su glande y poco a poco iba
metiéndomela entera en la boca, me excita inexplicablemente chupársela, ejercer
ese control sobre un hombre, dándole placer y obteniéndolo yo a cambio. Cuando
le hago mamadas no tengo límites, cuanto más guarro más me gusta, me encanta
notarla muy babeada e incluso escupir y restregárselo o que escupa él, pero en
este caso le dejé a ella que lo hiciera y luego se la metiera en la boca
cubriendo sus dientes con los labios. Al principio no le fue fácil aguantar las
arcadas, no relajaba la garganta y apenas disfrutaba, así que me puse a
sobarla. Tenía unas deliciosas tetas, grandes con unos pezones de un tono
marrón claro, le estimulé los pezones con mis dedos y no pude resistir
morderlos y chuparlos, gemía de placer contra la polla de mi nene. Le acaricié
el cuerpo para que se relajara y tomé camino hasta su coño. Cuando metí la mano se estremeció de placer, y empezó a devorar la polla como
yo quería, así que seguí con lo que estaba haciendo, estaba empapada y los
dedos se me resbalaban por su clítoris, no podía dejar de moverse y ponerle más
ganas a lo que hacía. Por la cara de mi nene sabía que estaba a punto de
correrse, por lo que decidí estimularla para que pusiera más ganas. Gimió estremeciéndose, el clítoris
le palpitaba. Hice que se corriera sólo con la estimulación del
clítoris mientras el terminaba eyaculando encima de nosotras. Nos morreamos con
la lefa que nos había salpicado en la boca.
Ella estaba dispuesta a llegar más allá, pero yo me negué en rotundo.
Ya había tenido su orgasmo, ahora me tocaba a mí..
Fantastico!!! ��������. Cada vez me gustan mas tus relatos. El unico pero,para mi gusto. Es que el prota, no tenga un nombre lo de "nene" a mi no me convence. Pero es sólo mi oponion y gusto personal.
ResponderEliminarMuchas gracias!!!! Lo uso por qué sea impersonal.. Si pongo nombre puede que se malinterprete.. Jajajaja
EliminarOla, me "puees" decir "aonde" te metes?
ResponderEliminarMe " tiess" preocupado...contesta plis.
@bis......tal
Hola cielo!!! Pues he cancelado mi cuenta.. Mucho cúmulo de cosas y ya no podía más.. Te comento como anónimo por q mi móvil se raya.. Gracias por preocuparte.. ��
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